martes, 23 de junio de 2009

GESTIÓN PUBLICA PARA EL SIGLO XXI

Un compromiso con la gestión pública en el siglo XXI
Crisis crediticia, pobreza extrema, movimientos migratorios, cambio climático... El mundo enfrenta serios desafíos que exigen respuestas de los gobernantes. Pero, ¿están los directivos públicos preparados para responder?

Por Alfred Vernis


Hace 50 años, un grupo de empresarios catalanes en una España autárquica, cerrada por el franquismo, pensó que la única salida que tenía el país era abrirse y formar a los empresarios y directivos de empresa en temas de liderazgo y gestión. Estos empresarios pidieron a la Compañía de Jesús que les ayudaran a crear una escuela de negocios excelente como las que tenían ya los jesuitas en los Estados Unidos. Así, en 1958, nació ESADE con la misión de formar personas "que se caractericen por un elevado nivel de competencia profesional y por una plena conciencia de su responsabilidad en el desarrollo de una sociedad que promueva la dignidad de las personas". Durante la transición del franquismo a la democracia, en los años '80, los responsables políticos del Ayuntamiento de Barcelona le pidieron a ESADE que los ayudara a formar a sus directivos para que la ciudad pudiera enfrentar los retos del futuro. Aquella fue la semilla de lo que hoy conocemos como Instituto de Dirección y Gestión Pública de ESADE. Desde entonces, ESADE ha trabajado con diferentes administraciones públicas a nivel local, autonómico y nacional para contribuir a formar cuadros directivos de primer nivel. En los últimos 20 años, más de 2.000 gobernantes y directivos públicos han pasado por estas aulas. Las tareas de formación han venido acompañadas de un esfuerzo intelectual que se ha plasmado en numerosas investigaciones, libros, conferencias, artículos científicos y estudios de caso. El libro que presentamos conjuntamente con la Universidad de San Andrés en Buenos Aires este tres de noviembre, "Los escenarios de la gestión pública del S.XXI" (Ed.Bellaterra, 2008), es el último esfuerzo en esta dirección, y reafirma el compromiso de ESADE con la gestión pública. Pero, ¿por qué es necesario este libro?Vivimos en un mundo complejo, con una serie de retos sociales que han desbordado a gobiernos en todo el mundo: fracaso escolar, pobreza extrema, movimientos migratorios, convivencia intercultural, problemas de transporte en grandes ciudades, los efectos del cambio climático, la crisis crediticia, etc. En este contexto, los directivos públicos son los primeros en ser conscientes de que necesitan nuevos instrumentos y nuevas ideas para atacar los nuevos desafíos y hacer funcionar a organizaciones burocráticas que han entrado en crisis. Precisamente, este libro intenta ofrecer a los directivos públicos una serie de reflexiones que les faciliten la tarea de afrontar la complejidad de los escenarios donde les ha tocado desarrollar su trabajo. Pone énfasis en el papel articulador del estado, como actor relacional y emprendedor que moviliza a otros actores para conseguir fines públicos. Ahonda en la importancia del diseño organizativo, y en la coordinación no jerárquica, transversal entre las diferentes administraciones públicas. Profundiza en la importancia de la gestión interorganizativa y los partenariados público-privados. Concreta la importancia de orientar la gestión pública a los resultados, superando la característica burocrática clásica de dar prioridad a los procedimientos. También dedica esfuerzos a explicar el impacto profundo de las tecnologías en la gestión pública, y de su rol crucial para la modernización de nuestras instituciones públicas de la administración electrónica. El libro no elude temas importantes como el liderazgo público, y la relación entre política y dirección pública profesional. O, la dificultad de entender a los diferentes grupos de profesionales (maestros, médicos, policías, etc.) para garantizar su lealtad y su compromiso a los fines públicos de las instituciones públicas. El libro termina definiendo los elementos que deberían permitir construir en las administraciones públicas una infraestructura ética capaz de hacer avanzar al mismo tiempo las reformas necesarias de la gestión pública y el fortalecimiento ético de todos los actores implicados. En definitiva, es un libro para los innovadores de la gestión pública. Para los responsables políticos y directivos comprometidos en la mejora de la calidad de vida de las personas que viven en sus pueblos, ciudades, provincias, departamentos, estados... Gestión pública: España y ArgentinaEs imposible entender el "milagro español" sin conocer las profundas transformaciones que han experimentado las administraciones públicas españolas en estos últimos 30 años. Por citar algunos ejemplos, con escuelas públicas y hospitales de primer nivel, transportes públicos en las grandes ciudades fiables y con redes extensas, una red de transporte de ferrocarril entre ciudades que no para de crecer, un sistema de jubilación con pensiones mínimas y prestaciones de desempleo dignas, etc. No es ninguna perogrullada decir que la España de hoy no la reconocen ni nuestros abuelos, ni nuestros padres, muchas veces ni nosotros mismos. El país ha mejorado, y mucho. Aunque también es verdad que en España existen muchos retos por delante. Es un país que ha recibido cinco millones de inmigrantes en menos de diez años, un país con el 25 por ciento de personas por encima de los 65 años. También es un país donde el 15 por ciento de la población tiene dificultades para llegar a final de mes y donde, en algunas ciudades, el porcentaje de fracaso escolar alcanza el 30 por ciento de los estudiantes. Pero lo importante es que estos temas están en la agenda política, se está trabajando en ellos, se están dictando leyes, se están empezando a implementar políticas y se están creando servicios. Che, ¿y Argentina?Cuando uno comenta con sus amigos y amigas argentinos que la escuela pública de mis hijos en España es mejor que la escuela privada a la que asisten los suyos en Buenos Aires me miran incrédulos. Argentina puede envidiar y/o odiar a las multinacionales españolas como Telefónica, BBVA, Santander, Repsol YPF, etc. Pero al avance español en los últimos años han contribuido también notablemente las administraciones públicas. Algo que se tiene que decir con la boca pequeña en Argentina, pero que es obvio: el país necesita con urgencia el fortalecimiento institucional de las administraciones públicas y de sus directivos públicos. Alfred VernisProfesor de ESADE. Investigador invitado en el Latin American Research Center-HBS de Buenos Aires

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